Dios no manipula ninguna voluntad, podemos elegir, o no podemos elegir.
Yo toco a la puerta y llamo si abres entraré y cenaré con tigo... Eso dijo!
El podría tumbar la puerta para eso es Dios, pero nos da a elegir yo soy quien elijo en cada circunstancia.
Así que asumamos nuestra responsabilidad, el seguirá tocando a la puerta.